La salsa bearnesa es un aderezo francés singular para acompañar platillos elaborados con carne, hortalizas y pescados. Cómo siempre son recetas de salsas caseras y muy sencillas.
Se considera una salsa derivada de la mahonesa, si bien se identifica por tener un sabor más fuerte y potente, lo que la hace una compañía singular para aquellas preparaciones que tienen una enorme personalidad en el planeta culinario.
Es asimismo considerada una salsa emulsionada, ya que es el resultado de una mezcla infrecuente entre ingredientes que frecuentemente no se juntan con sencillez.
Origen de la salsa bearnesa
Existen múltiples historias y leyendas que procuran ofrecer una explicación creíble sobre el origen de la salsa bearnesa.
Pese a la diversidad entre exactamente las mismas y los toques adaptados conforme la zona de origen, la verdad es que todas y cada una coinciden en atribuir la creación de la salsa bearnesa al Chef Collinet, quien tiene asimismo el premio de haber creado las patatas infladas.
Se asegura que la salsa fue estrenada en una celebración conmemorativa a un aniversario del restorán “Le Pavillon Henry IV”, particularmente el veinticinco de agosto de mil ochocientos treinta y seis.
El chef era proveniente de la zona de Bearn, y de ahí brotó el nombre de salsa bearnesa. Este hizo diseminar la deliciosa salsa sobre un filete de carne de vacuno, con lo que consiguió que se hermanasen dos preparaciones que hoy en día van prácticamente siempre y en toda circunstancia de la mano.
Una teoría opción alternativa asegura que el chef Collinet se vio interrogado por los comensales frente al éxito rotundo de la salsa y, para dar un nombre a exactamente la misma, se inspiró en un cuadro de Enrique IV, oriundo de la capital de Bearn, que decoraba una de las paredes; de ahí que respondiera que la salsa era llamada salsa bearnesa.
Ingredientes
Los ingredientes para hacer la salsa bearnesa son muy fáciles y sencillos de encontrar en cualquier supermercado:
- 2 cucharaditas de chalotes
- 2 cucharaditas de estragón
- 75 ml de vinagre
- 4 yemas de huevo
- ½ limón
- 3 barritas de mantequilla (230 g)
- Sal
Elaboración: ¿Cómo hacer salsa bearnesa?
Los pasos para hacer la salsa bearnesa son muy rápidos:
- Para preparar la salsa bearnesa, lo primero es recortar finamente el chalote y el estragón. Una vez cortados agrégalos a una cacerola y agrega el vinagre. Pone al fuego y deja hervir por unos cinco minutos más o menos.
- Pasado este tiempo y con el líquido prácticamente evaporado, retira del fuego, cuela y refresca. Suma el líquido a una cazuela y añade el jugo de limón y la sal.
- Pone esta cazuela en baño de María y a fuego bajo. Recuerda que la intensión es conseguir que todos y cada uno de los ingredientes alcancen exactamente la misma temperatura, mas no permitas que el agua hierva por el hecho de que se puede recortar la salsa con mucha sencillez al cocinarse las yemas de huevo.
- Mientras que mueves los ingredientes en baño de María, suma poquito a poco los pedazos de mantequilla fría y mantén moviendo para conseguir que los ingredientes se integren uniformemente y conseguir una textura mantecosa y suave.
- Una vez lista, puedes sostener en baño de María con el fuego apagado para servir caliente. Asimismo Puedes decorar con una pequeña porción de estragón picado y espolvoreado por encima.
Consejo final
Existen múltiples versiones y aderezos derivados de la salsa bearnesa. Una bien conocida es la salsa choron, que incluye entre los ingredientes un tanto de salsa de tomate. Otras variaciones suman yerbas aromatizadas como la menta y consiguen una salsa ideal para acompañar carne de pollo y de cordero. Sin embargo, la variación más popular de la salsa bearnesa es la mahonesa, que incluye unos dientes de ajo, y reemplaza la mantequilla por aceite de oliva. Si te ha gustado esta receta y quieres seguir leyendo más te dejamos por aquí la salsa para kebab y la salsa pesto.